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Paz y tranquilidad

 

Vamos hablar de la paz y la tranquilidad, cuán difícil es encontrar paz y tranquilidad en este mundo en el que vivimos. El señor Yesuha dijo: venid a mí los cargados, los trabajados, los cansados, los abatidos y yo os daré la verdadera paz, esa paz que solamente viene de lo alto viene de la eternidad. También dijo; Jua_14:27  La paz os dejo, mi paz os doy; no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo.

El nos dejó su paz para que todos aquellos que confiamos en el tengamos paz, gozo y alegría. No tiene que haber en nosotros ningún temor eso es lo que el señor quiere que no tengamos temor de lo que este mundo cuando salimos a la calle vemos frente a nosotros un mundo inquieto y enojado. Todos están apurados y tensos, y en todos lados se escuchan discusiones y querellas - todo esto es el resultado de la falta de fe. Si los seres humanos tuvieran fe, estarían todos tranquilos y alegres; todo se desarrollaría como sobre aguas tranquilas, pues cada uno sabría que su vida está regida por la Divina Supervisión, y por lo tanto no hay lugar para la tensión, el enojo, los nervios y cosas parecidas. Una persona que tiene fe se siente maravillosamente bien y transmite paz y alegría a todo su alrededor. Si todos fuéramos dueños de la fe -ciertamente el mundo sería un lugar muy hermoso y agradable para vivir. Y en realidad, esta es la Redención del mundo, a la que tanto espera la humanidad entera.

Incluso las guerras entre los pueblos, no tendrían completamente ningún valor si hubiera fe en el mundo. Cada pueblo se contentaría con lo suyo y aceptaría la Supervisión del Creador con amor. Y no se necesita decir, que por cierto cada pueblo actuaría con el otro con justicia, bondad y ayuda mutua. Por eso, en la profecía del Fin de los Días está escrito (Isaías 11:6-9): “Y el lobo morará con el cordero, y el leopardo reposará con el cabrito... Ellos no harán mal ni pecarán en toda Mi Santa Montaña, porque la Tierra estará llena del conocimiento del Eterno, como las aguas cubren el mar” - es decir, que al llenarse el mundo del conocimiento del Creador - que es la fe - regirá una paz maravillosa.

La existencia del mundo

Sin la fe, no hay ninguna explicación por qué el hombre debe hacer el bien y alejarse del mal. Por qué se debe vivir una ordenada vida social y fundar una familia. Por qué se necesita moralidad y responsabilidad. Si no hay Juicio y no hay Juez, si la muerte es definitiva y no hay continuación después de ella, ¿Por qué abstenerse del asesinato y del robo?, ¿quién nos obliga?

Pero por medio de la fe todo está perfectamente esclarecido -existe un solo y único Creador que observa y juzga, y a Quien el hombre deberá rendir cuentas de todos sus actos.

Sin la fe, cada hombre hará lo que es recto a sus ojos, y todas las injusticias le parecerán justas frente al apetito que le devora. Traicionará sin dudar a su esposa, se irá con la mujer de otro hombre, incluso siendo la de su mejor amigo, sin prestar atención siquiera que transgrede uno de los principios más elementales de la decencia - no tocar y no desear lo que no es suyo. Única mente por medio de la fe podrá el hombre superar a su Mala Inclinación y recordar que es solamente un ser creado, y que toda criatura tiene la parte que le ha sido dada por el Creador. Debe alegrarse y satisfacerse con lo que ha recibido y dejar a las otras criaturas vivir su parte. Sin la fe es posible llegar a razonamientos que son completamente lo contrario a la verdad, como probar que robar y asesinar es justo y moral. Se sabe de muchos casos en que en nombre de “la verdad y la justicia” aparecieron bandas que robaban a los ricos con el pretexto de ayudar a los pobres, sin dejar de Lado el asesinato y otros pecados. Si hubieran tenido fe, no hubieran llegado a esas perversas ideas, porque sabrían que el mundo posee un Creador y sólo El decide quién será rico y quién será pobre, y ninguna persona está autorizada a hacer justicia por sí misma, o tratar de cambiar la Supervisión Divina.

El mundo entero está lleno de errores como estos. Sin la fe cada uno puede decidir cuál es su propia “verdad” - la cual es de hecho una gran mentira que puede traer hasta la destrucción del mundo. Así se desarrollaron los movimientos destructivos y revolucionarios, como el fascismo, el comunismo, las revueltas militares, etc. Incluso hoy hay todavía movimientos que invierten el orden de la Creación en nombre de la “verdad”. Pero por medio de la fe nos conectamos. A la Verdad del Creador,' que es única. Pues mentiras hay muchas pero Verdad hay sólo una, y jamás cambia. Por lo tanto, encontramos que la fe es el fundamento que mantiene el mundo y por la cual puede realmente existir.

La Verdad

Ya aprendimos que el Creador tiene una finalidad en la creación del hombre pero, ¿sería posible que Él demandará de nosotros llegar a nuestra meta sin decirnos cuál es? ¿Sería posible que el Creador nos diera recompensa y castigo sin decirnos qué está permitido y qué está prohibido? ¿Es posible pensar que el Creador confía que el hombre encontrará por sí mismo la finalidad?

Por supuesto que el Creador debió dar al hombre claras instrucciones respecto a la finalidad de su existencia en el mundo, y por eso, en un único y exclusivo acontecimiento de la historia humana, el Creador se reveló en el Monte Sinaí en presencia de millones de hombres y mujeres, viejos y jóvenes, y entregó Su eterna Ley con todos Sus Preceptos. A través de las escrituras, que como explicaremos más adelante enseñan cómo cumplirlos correctamente, el hombre llega a saber cuál es la finalidad, y así le es inculcada la Verdad para que pueda llegar a la auténtica fe.

La Ley Divina, que es prácticamente las “Leyes de la Vida”, se divide en la “Ley Escrita”, que incluye a los Diez Mandamientos y a todo el resto de los Preceptos Divinos; y en la “Ley Oral”, que heredaron los Sabios desde Moisés. Sólo por medio de cumplir las Leyes del Creador que reflejan Su Verdad, se puede llegar a la fe real. En caso contrario, puede cada uno decidir cuál es su meta según sus caprichos y apetitos, llegando así a tremendos errores, como constatamos claramente en el mundo en que vivimos.

Tener la verdad es lo más maravilloso que uno puede tener porque ella te va a traer paz, gozo y alegría, y ella te va indicar el camino a seguir, la palabra de Dios es un ser vivo que penetra a lo más profundo de nuestro ser y es la única capaz de cambiar este corazón duro, perverso, malvado por un corazón humilde, justo, amable, agradecido, bondadoso etcétera. No creas que tú puedes cambiar tu corazón en un corazón humilde eso es imposible ser humano por sí solo, no puede, necesita la palabra de Dios para cambiar su corazón es el único medio que existe para cambiar tu corazón para que tu corazón discierna lo que es correcto de lo incorrecto, de lo que es santo y profano, lo que está bien y lo que está mal. La palabra de Dios es la única que hace milagros en los corazones de cualquier ser humano porque ella así ella está capacitada para hacerlo porque la fe viene por el oír la palabra de Dios, y si no escuchamos la palabra de Dios nuestro corazón nunca va a cambiar siempre va a estar duro y no va a tener ninguna posibilidad de ablandarse pero si escuchamos la palabra de Dios, la aprendemos y le enseñamos a otros entonces dentro de nosotros correrán ríos de agua viva que allá donde sean oídos llevarán vida.

Gracias padre por este día maravilloso que tú has puesto delante de nosotros para que aprendamos para que sepamos cuál es el mensaje que tú tienes para nosotros cada uno así lo has designado tú, cada uno tendremos un mensaje ayúdanos a entenderlo a comprenderlo y a ponerlo en práctica, gracias padre eterno por tu amor y tu misericordia a ti sea la gloria el poder el imperio por los siglos de los siglos en el nombre de tu hijo Yesuha el mesías. Amén.