Mitad y mitad
Hay quienes confían en la fe a medias. Como el caso de un hombre
que viene a pedir consejo para sus problemas domésticos y
matrimoniales a un guía espiritual. El guía le explica que todo
el pesar que su esposa le inflige proviene del Creador, y por lo
tanto, lo único que le ayudará es arrepentirse, de aquello por
lo cual está errando y retomar al Creador. Entonces contesta el
hombre: "Por
supuesto que estoy de acuerdo que todo proviene del Creador,
pero... ¿Pero por qué mi esposa me hace eso? ¿Qué le hice? ¿No
entiende que arruina a nuestros hijos?...". Después
de todo todavía hay gente que se queda con el "pero",
siguen viendo a la persona que les produce pesar como la
culpable, tal como ladra el perro a la vara que lo golpea y no a
quien la sostiene. Esta gente no entiende que su salvación está
tan cerca, si sólo prestaran atención a lo que tienen que
corregir en sí mismos; pero mientras tanto, se quedan con sus
aflicciones, sufrimientos, acusaciones y todos sus "justos"
argumentos.
A este tipo de persona debemos decir:
"¿Quieres tener la razón? - no
hay problema. Sigue siendo el que todo lo sabe, pero debes saber
que tu vida será un verdadero infierno... Por el contrario, si
quieres ver la verdad, que el problema está en ti y corregirte,
empieza viviendo con la fe que "No hay más nada fuera de
él" y entonces vivirás con alegría y gozo en este
mundo".
No se puede escapar a la realidad - el
hombre debe vivir con fe. Debemos creer que todo problema que
tenemos proviene del Creador; que sólo con Él tenemos intereses;
que estamos sólo en Sus manos; que nuestros sufrimientos pasarán
únicamente cuando Él lo decida.
Debemos entender muy bien - ¡tenemos
libre albedrío sobre nuestra vida y nuestro destino! ¡Esto está
en nuestras manos y no en la de otros! Nosotros somos los que
decidimos obedecer al creador o no obedecer, para eso es el
libre albedrío. La vida de cada uno de nosotros es exactamente
como nuestras acciones, y no
existe la realidad de que el hombre sufra sin causa. Cuando
verdaderamente retornamos al Creador, todo se transforma para
bien.
"En las manos de hombre no caeré..."
Un hombre está en peligro: adelante de él - el
abismo, detrás de él - hombres
que lo quieren matar, ¿qué es lo que debe hacer? Mejor será que
salte al abismo que caer en sus manos, como ha dicho el Rey
David (Samuel
2, 24:14): "Caeré mejor en la mano del Eterno, porque muy grande
es Su Misericordia, y en las manos de hombre no caeré".
Esto es por la misma razón anterior, porque cuando el hombre
creyente está frente a un peligro natural, se apoya únicamente
en el Creador rogándole con todas sus fuerzas que lo salve,
entonces Él lo supervisa y le hace un milagro. Pero si por el
contrario, cuando él está frente a otras personas dirigiendo sus
esfuerzos en su dirección y no levanta sus ojos solamente al
Creador, entonces Él no lo vigila con completa Supervisión y
puede el hombre caer en las manos de sus rivales. Tanto más si
se olvida completamente de la existencia del Todopoderoso y ve
sólo hombres enfrente de él, entonces el Creador le retira Su
Supervisión completamente, y él cae bajo las manos de sus
enemigos. Hombres
o serpientes
En el Génesis se encuentra el siguiente
relato: José el Justo fue el undécimo de los doce hijos de Jacob
los cuales formaron las doce tribus de Israel. Siendo el hijo
más querido por su padre y teniendo sueños en los que aparecía
alzado por encima de sus hermanos, provocó la envidia de ellos.
Lo odiaban tanto hasta el punto que decidieron matarlo. Cuando
vio Rubén, uno de los hermanos, que los otros estaban decididos
a realizar su mala decisión, lo quiso salvar. Por eso, les
propuso que lo echaran a un pozo vacío... Es decir, vacío de
agua pero -¡lleno posiblemente de escorpiones y serpientes
venenosas!...
Supuestamente, hay aquí una gran
contradicción. ¡¿Qué pensó Rubén?! ¿Qué acto de salvación es
este? ¿De qué serviría tirar a José a un pozo lleno de alimañas
venenosas? ¡Ciertamente cuando cayera sobre ellas, lo morderían
y lo matarían! Sería mejor que quedará José en las manos de sus
hermanos y posiblemente podría despertar su compasión y no le
matarían...
La respuesta es la siguiente: Rubén sabía que
José el Justo es dueño de la fe; estaba convencido que en el
momento que José sintiera el peligro de las serpientes y los
escorpiones, Le gritaría al Creador con todo su corazón y
ciertamente él lo salvaría. Porque así lo estableció el Creador
y advirtió al régimen de la naturaleza y a todos los ángeles
designados a la conducción del mundo: inmediatamente después que
el hombre Le gritara pidiendo ayuda con todo su corazón - la
naturaleza estará obligada a cambiar y a hacer su voluntad, a
tal punto que transformará el mar en tierra firme, detendrá el
sol en el cielo, el fuego no quemará y los leones no atacarán ni
desgarrarán.
Por esta misma razón, Rubén estaba
completamente convencido y seguro que así salvaría a José, a
pesar de que sabía que el pozo podría estar lleno de serpientes
y escorpiones. Por eso es que está escrito "y lo libró de
sus manos" - con
firmeza, y no trato de librarlo de sus manos en forma dudosa.
Porque sabemos la fuerza de la oración; ellos saben con completa
claridad que cuando el hombre clama al Creador con toda su alma
inmediatamente la naturaleza se transforma.
Y así fue que cuando José fue echado al pozo,
no se dirigió a las serpientes ni a los escorpiones con súplicas
para que lo dejaran en paz, sino que clamó al Creador con todo
su corazón, y él lo salvo de ellos.
"Sabe ante Quién estás parado"
Cuando un hombre está frente a una persona que le lastima, por
ejemplo: un conductor a quien detuvo un policía, o un marido a
quien su esposa o sus hijos le contrarían, o la esposa a quien
su marido o sus hijos afligen, u otros ejemplos semejantes,
tiene que decidir en forma inequívoca ante quién está parado. Si
está ante el Creador del Universo y tiene fe en Él, y no ante
sus hijos, su esposa o el policía, entonces él nunca aplaudirá,
nunca suplicará, nunca hará ningún esfuerzo para influir sobre
la otra persona para que le deje o que le obedezca. Tampoco se
enojará, no despreciará y no maldecirá, sino que se dirigirá a
Quien le supervisa y le trajo esta prueba, el Único que le puede
ayudar es el Creador.
Y hay en esto distintos grados, porque incluso
si recibió lo que le sucede con fe, es decir que habló con el
Creador y se arrepintió, pero después, a pesar de todo, se
dirige a la otra persona tratando de influir sobre ella - esto
es también un defecto en su fe, pues demuestra que todavía quedó
en él lugar para pensar que el hombre que se encuentra enfrente
suyo es una realidad por sí misma, y que tiene alguna decisión
en sus manos. Este hombre no vive la verdadera fe de quetodos
los seres humanos están en las manos del Creador, y que se deben
dirigir sólo a Él y no a ningún hombre.
El que dice "yo fracasé" es un orgulloso.
También cuando el hombre sufre como consecuencia de sus propios
errores, fracasos y cosas parecidas que supuestamente dependen
de su libre elección, debe saber con certeza que solamente antes
de errar tuvo el libre albedrío, pero ahora, después que ya se
equivocó, tiene que saber - ¡Así
lo quiso el Creador! - y
no perseguirse con auto-acusaciones, cayendo en el desaliento.
Cada hombre creyente sabe muy bien que cuando
prospera en su elección es sólo porque es ayudado por el Creador
- esto
lo confiesa con todo su corazón. Quien no piensa así, demuestra
simplemente que tiene orgullo, como si estuviera diciendo "yo
prosperé".
También, cada hombre creyente confiesa, que si
se equivocó en su elección, fue solamente porque no tuvo ayuda
desde lo Alto, y tiene que recibir sus fracasos con fe y amor.
Pero cuando el hombre no acepta sus fracasos con fe creyendo que
también son obras del Creador, se debe a su arrogancia.
El que relaciona sus fracasos consigo mismo,
está claro que también relaciona sus éxitos a sí mismo. Por lo
tanto lo que dice le gente cuando tiene éxito: "Gracias
a Dios", "Con la ayuda del Señor", "Por la
Misericordia de Dios", y
cosas parecidas, en la mayoría de los casos son completamente
superficiales. Porque la verdadera prueba de la fe es
precisamente cuando el hombre fracasa y tiene que confesar que
esa fue la Voluntad del Creador, y que Él tiene un mensaje al no
ayudarlo ahora. Por eso no tiene que inculparse y perseguirse,
sólo empezar a hacer la correcta elección desde el presente
punto de partida. Ahora mismo tiene la nueva elección de
aprender del pasado y orar por el futuro.
La regla que se deduce de este devocional es
que en cada pesar o falta que tiene el hombre, sin excepción,
tiene que creer - "¡Así
el Creador quiere!".
¿Por qué y por qué?
El hombre que está en el primer nivel de la
fe, es decir que cree en la Divina Supervisión Individual, está
en la dirección correcta hacia una vida de alegría y felicidad.
No obstante le falta el segundo nivel, porque pese a que cree
que todo proviene del Creador, todavía puede hacerse las
conocidas y famosas preguntas, y tener quejas y rencores como
por ejemplo: "¿Por qué el Creador me hizo esto?... No lo
merezco. Soy una buena persona. ¿Por qué tengo que sufrir?
¡Fulano o mengano es más mala persona que yo y no sufre!, ¿por
qué?".
Esto es de hecho un gran defecto en la fe en
el Creador. Si
se cree que todo proviene del Creador, se debe creer que todo es
ciertamente para bien pues el Creador es bueno, y ningún mal
proviene de Él - por
lo tanto, el mal realmente no existe. Encontramos entonces
que es imposible que el hombre diga "yo creo en el
Creador" y
al mismo tiempo piensa que lo que le sucede es malo, porque se
contradice a sí mismo. ¡Según la verdad y según la fe todo es
para bien! Por eso, para llegar a la fe completa, se debe
trabajar sobre el segundo nivel.
Hoy hemos aprendido que todo está bajo el
control de Dios y si tú crees que realmente estás bajo el
control de Dios todo lo que te acontece será para gozo y
alegría. Se fuerte no desfallezcan en las adversidades que nos
vienen cada día pues es para nuestro perfeccionamiento, recuerda
que el señor busca adoradores que le adoren en espíritu y en
verdad, entonces siéntete gozoso, siéntete alegre todo el tiempo
porque la tristeza es la gasolina para la inclinación al mal, la
inclinación al mal desea que estés triste porque entonces no
reconoces a tu creador sino que te enfadas con él, y le
cuestionas y entonces deber acercarte al creador te alejas.
Gracias padre eterno por este nuevo día que tú
nos has permitido vivir, te doy gracias por tu amor y tu
misericordia que tú tienes con cada uno de nosotros, ayúdanos en
este día a entender la lección que tú tienes para nosotros para
que crezcamos en fidelidad y que tengamos la plena seguridad de
que tú nos sostienes en tus manos. A ti sea la gloria, el poder,
la honra por los siglos de los siglos. Amén.
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