Origenes del Braco de Weimar o Weimaraner
Posiblemente
y a pesar de su nombre, pueda ser de origen francés, descendiente de antiguos
perros cruzados con corredores, especialmente el de Saint-Hubert y lebreles
árabes.
Según autores franceses, los primeros
ejemplares de los que se tienen conocimiento vinculan al weimaraner con uno de
sus grandes reyes: Luis IV.
En el siglo XIII, Luis IX cae prisionero en Mansurah, donde pasaran algunos
años; a su vuelta lo acompañan unos perros grises, parecidos a los viejos
grifones, de talla grande, robustos, fuertes y musculados. Al llegar a la
corte, estos ejemplares se cruzaron con los perros rastreadores de las jaurías
reales.
La bibliografía existente nos indica que en aquellos tiempos eran buenos
cazadores de ciervos, corzos, gamos y otras grandes piezas de caza, sobre todo
en zonas de bosque.
Del siglo XIV datan estatuas de bronce que se hallan situadas delante del atrio
de la catedral de las Palmas de Gran Canaria, y que representan al navegante de
procedencia francesa y colonizador de estas islas Juan de Bethancourt,
acompañado de sus perros, dos magníficos ejemplares de bracos de Weimar.
En el siglo XVII, estos perros grises siguen sin llamarse bracos, y es en ese
momento cuando se cruzaron con sabuesos schweisshunden, cruce que posiblemente
les dio la pasión por la caza.
A principios del siglo XVIII, esta raza sedujo a los duques de Saxe-Weimar, y
se convirtió en patrimonio de la nobleza germánica. Es a partir de aqui cuando
se inicia la cría del tipo más parecido al weimaraner que hoy conocemos.
Según la doctora estadounidense Catherine Lansand, el weimar es el resultado de
la selección llevada a cabo tras cruces originarios realizados entre braco
alemán, gran danés azul y pointer.
En la segunda mitad del siglo XIX, el weimar es acogido con interés en la corte
del emperador Guillermo I de Prusia, quien prohibió que lo criaran personas
ajenas a la corte.
Tras la caida del imperio alemán, entra en franca decadencia su cria. Es en
este momento cuando algunos aficionados toman el mando e inician su
recuperación, fundando el Club alemán del braco de weimar, en 1897. Se imponen
severas normas de selección que pronto darán su fruto. En 1913 se exporta el
primer weimaraner a Austria, iniciándose así un movimiento de interés por esta
raza.
Despues de la segunda guerra mundial desaparecen en Alemania y Austria y quedan
excasos ejemplares en Francia; sin embargo, siguen habiendo ejemplares en
Inglaterra y en Estados Unidos, donde se fundaron varios clubes.
En 1950 comienza a recuperarse la raza en Alemania y Francia.
En 1969 se hace oficial el estándard de este braco ya que se había definido en
1925.
El weimaraner fue criado en forma pura después de haber sido registrado, motivo
por el cual permaneció sustancialmente libre de cruces con razas extrañas,
sobre todo con perros tipo pointer. Por estas razones es considerado como la
raza de perros de muestra alemana más antigua criada con pureza desde hace
aproximadamente 100 años.